Las fiestas patronales de Diriamba, en honor a San Sebastián, son una de las tradiciones más emblemáticas de Nicaragua. Celebradas entre el 17 y el 27 de enero, estas festividades combinan elementos religiosos, culturales e históricos que las hacen únicas.

San Sebastián, conocido popularmente como «Guachan», ha sido venerado por más de tres siglos, convirtiéndose en un símbolo de fe y resistencia para los diriambinos.

Uno de los momentos más destacados es el «tope de los santos». En este evento, la imagen de San Sebastián sale en procesión desde la Basílica de Diriamba hacia el poblado de Dolores, donde se encuentra con las imágenes de San Marcos y Santiago. Este acto simboliza la unión y hermandad entre las comunidades cercanas. Además, el último domingo de las festividades se celebra un desfile hípico, con jinetes que acompañan al santo en su recorrido, agregando alegría y color a la celebración.

Las danzas y el teatro son parte fundamental de estas fiestas. Uno de los bailes más representativos es El Güegüense o Macho Ratón, una danza tradicional que combina teatro y música. Esta obra refleja la resistencia del pueblo indígena ante la colonización y se interpreta en las calles como una manifestación de identidad cultural. También se pueden ver otros bailes como El Gigante y Las Inditas del Guacal, que enriquecen la festividad.

La gastronomía juega un papel esencial, con platillos tradicionales como picadillo, nacatamales, chicha, pinolillo y cajetas. Estos manjares, de raíces ancestrales, se preparan como agradecimiento al santo y son un reflejo de la herencia indígena de la región.

La artesanía también tiene un lugar destacado durante las festividades, con réplicas de santos y personajes de El Güegüense que los artesanos locales producen y venden como recuerdos para los visitantes.